Allá por el siglo XVII, cuando el parque del Retiro fue
construido, comenzó a correr de boca en boca una curiosa leyenda sobre un
duende que paseaba y se escondía entre los arbustos de tan insigne parque.
Era un duende travieso y juguetón, que sólo se mostraba ante
las parejas de verdaderos enamorados y que hacía florecer "contranatura" los
jardines durante el otoño.
En pleno siglo XVIII, eran muy conocidos los paseos que por
este parque daba Felipe V. Los solía dar a diario y observaba con asombro cómo
las flores que le acompañaban cada día en su paseo eran totalmente diferentes.
Sorprendido después de observar el fenómeno inusual durante
un tiempo, decidió preguntar a los jardineros reales que se encargaban del cuidado de los
jardines del Retiro.
El rey muy intrigado, les llamó a su presencia y preguntó cómo era posible que
pudiesen darse tanta prisa en cambiar las flores del parque de un día para
otro.
Los jardineros quedaron mudos, pues no sabían a qué se
refería el rey, pues no eran ellos quienes las cambiaban cada día, incluso esto
que comentaba el rey les pareció imposible, pero, por no contradecirle
convinieron que investigarían el motivo de tan sorprendente hecho.
Los jardineros intrigados, así como más empleados del rey
comenzaron a investigar y después de un tiempo llegaron a la conclusión, de que era un pequeño
duende el responsable de tan curiosa y bonita costumbre.
Porque se comentaba que era frecuente ver por el lugar a un ser pequeño con
rostro grotesco de color verdoso, y que cada vez que se hacía visible para los
demás, las flores cambiaban de color, y que cada vez que trataban de
atraparle, desaparecía misteriosamente entre la maleza y jamás había podido ser
capturado.
El rey quedó conforme y siguió disfrutando cada día de su
paseo, sabiendo que un pequeño duende se encargaba de hacer su camino más
hermoso.
La leyenda fue haciéndose cada vez más popular, tanto que
perdura hasta nuestros días, y en el año 1985 fue encargado al escultor José de
Noja un monumento a este simpático duende.
Pasear por los jardines del Retiro siempre está rodeado de
magia y los que creen en ella aún creen poderlo encontrar detrás de algún arbusto o
bajo algún florido rosal...
Si estás realmente enamorado y vas con tu pareja a pasear
por el Retiro, no te sorprendas si en medio de un beso, el mágico duende se aparece y os regala la visión
de las más bellas flores para bendecir vuestro amor.
Myriam Cobos
Fotografías propiedad de Myriam Cobos
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