sábado, 20 de diciembre de 2014

LAS NUEVAS CATEDRALES: C.C. PLAZA NORTE 2



El Centro comercial Plaza Norte 2, más conocido como "La cúpula de Madrid", está situado en el municipio de San Sebastián de los Reyes (Madrid), es considerado uno de los más bellos de Europa y de toda España.

Un lugar donde el lujo y la suntuosidad te hacen sentir que entras, no en un centro comercial, sino en un bello palacio del Renacimiento, que es capaz de trasladarte a otra época, con referencias a Egipto, Roma, Grecia, etc. Está cargado de simbología, que como ocurre con las antiguas catedrales, solo los más iniciados serán capaces de distinguir.
Su decoración es muy recargada, lujosa y de una gran calidad en materiales utilizados, de aire renacentista y con una gran influencia veneciana del s. XVII.
Destacan sus grandes lámparas y sobre todo, los obeliscos que salpican todo el recorrido, cada cual es de un material diferente lo que le confieren un halo de suntuosidad y poder. Estos obeliscos están recubiertos de lapislázuli, malaquita, ónix y pórfido. El mármol es el material más utilizado, de diferentes tipos y colores, lo que, junto con el color dorado, lámparas, luz etc. dan la sensación de suntuosidad y magnificencia. 
Además de su gran tamaño en metros cuadrados, una de las cosas más llamativas y por lo que es conocido, es por su gran cúpula de 35 metros de altura, situada en el cuerpo central del edificio, donde se cruzan las cuatro naves laterales. 

Es por este motivo, y por otros que explicaré a continuación, es por lo que hago la comparación, de que es una "nueva catedral", una catedral del s. XXI, donde no se rinde culto, ni se venera a ningún santo, sino que se veneran a otros "dioses" de la actualidad, como son el consumismo y el dinero.
Quien recorra este lugar, además de sentir esa suntuosidad y lujo, podrá ser capaz hasta de percibir una magia especial que lo rodea, cargado de simbolismos, dan una idea, quizás a los más avezados en investigación histórica, de que quien o quienes lo construyeron sabían muy bien lo que querían transmitir a través de sus símbolos, y como los antiguos maestros canteros, han ido dejando su simbología a lo largo de todo el recorrido.
El suelo ajedrezado, 

los adornos, las columnas, las hojas de acanto,

 los materiales nobles, 

las referencias al universo, 

 Los diversos simbolismos repartidos por todo el centro;
 (Detalle de una papelera)

Han dado pistas y claves de que se trata de un centro con iconografía masónica, quien lo construyó sabía muy bien cada símbolo y cómo dejarlo a la vista, para que todo el mundo pudiese verlo, aunque solo unos pocos supieran reconocerlos.
Es un lugar digno de visitar, pasear por sus amplios y lujosos pasillos se hace un disfrute, tal y como pudiera suceder al pasear por un palacio veneciano, que te traslada a otra época, donde la belleza en las formas y en los materiales recrean la vista y el espíritu.
¿Una "nueva catedral"?, ¿Un nuevo centro de poder?...Sea como fuere, es un lugar especial y hasta diría que un poco mágico, que merece la pena visitar para comprobar esa fusión entre simbología, belleza, suntuosidad, y hasta relajación, pues lejos de ser un centro comercial al uso, suele carecer de tumultos de gente, lo que hace que pasear tranquilamente por este lugar, disfrutando de su belleza, sea algo placentero, muy alejado de lo que normalmente se siente en cualquier otro C. Comercial. Quizás, al entrar en él, sintamos que traspasamos el umbral hacia otra realidad...

Myriam Cobos

Fotografías propiedad de: Myriam Cobos

domingo, 17 de agosto de 2014

SACERDOTISAS MINÓICAS


En las islas del mar Egeo y en Canaán, abundaron las Sacerdotisas de la religión matriarcal, que desempeñaban los más altos cargos, y participaban en las ceremonias en honor de la Gran Diosa. Eran mujeres con un gran poder no solo religioso, sino también político, social y cultural.

Esta fue una civilización amante de los placeres de la vida, que disfrutó con el arte y conoció la escritura, las sacerdotisas eran unas grandes conocedoras de la cultura y eran protectoras de los conocimientos.

No poseían deidades antropomórficas, solo rendían culto a  la Gran Diosa Madre, diosa de la fertilidad, también conocida como la Gran Dama del Laberinto, que aparece representada en ocasiones con el vestido típico minoico y serpientes en ambas manos, símbolos ellas también de las fuerzas fértiles de la tierra.

Para el ejercicio de sus cultos poseían pequeños santuarios semisubterráneos, a veces también eran realizados dentro de los palacios, y cuevas próximas al lugar del asentamiento. Solían vestir con un traje de lino transparente y de color rojo.

La máxima autoridad, el rey, llamado Minos, estaba obligado a renovar su mandato cada año, mediante un casamiento-rejuvenecimiento, en un ritual,  con la Gran Diosa Madre, representada en la gran sacerdotisa. Por su poder y sabiduría, estas sacerdotisas, eran amadas y a la vez temidas.

La religión de la cultura minoica era de tipo naturalista, con gran importancia de los santuarios abiertos al aire libre, en bosques o montes sagrados, en cuevas o grutas naturales, donde se practicaban ciertos ritos secretos, y eran estas sumas sacerdotisas, mujeres poderosas y con grandes conocimientos, quienes se encargaban de realizarlos.

En algunos de los restos encontrados, se las muestra, con unas serpientes en las manos, como grandes poseedoras del conocimiento, unos conocimientos ocultos, secretos...que no estaban destinados a todos. Con los pechos al descubierto, en muestra de fertilidad y unión con la naturaleza, renacimiento y creación. Y con unas largas faldas que asemejan al tronco y las raices de los árboles que simbolizan su unión con la tierra,las fuerzas de la naturaleza y el poder de la Diosa Madre.
Entre los ritos que practicaban, destacan los funerarios, la inhumación con ricos y variados ajuares, que hacen pensar que esta civilización tenía la creencia en el más allá. Enterraban a sus muertos y los embalsamaban previamente (en el proceso era utilizada la miel). En los rituales de enterramiento, intervenía la fermentación, como proceso natural de renovación de la vida.

También se rendía culto a ciertos objetos como la piedra, el escudo, la doble hacha o el pilar, y según los restos hallados, estos cultos se practicaban tanto de manera pública, como privada, en habitaciones destinadas a tal fin en palacios y viviendas particulares.

Existían otras ceremonias, aún más solemnes, oficiadas por las sacerdotisas, como la celebración de la Epifanía o la fiesta de la Hierogamia, con objetivo de revitalizar a la naturaleza. Es probable que estas ceremonias fueran acompañadas de celebraciones de juegos, como la tauromaquia o las luchas de púgiles.


Adoraban a la Gran Diosa Madre, diosa de la fertilidad, la Gran Dama del Laberinto, que aparece representada con el vestido típico minoico y serpientes en ambas manos, símbolos de las fuerzas fértiles de la tierra.
La estatua más conocida es una figura femenina ataviada con un vestido largo, de estrecha cintura y con un corpiño que deja el pecho al descubierto. En ambas manos sostiene sendas serpientes y tiene encima de la cabeza un felino.

Recientes hallazgos arqueológicos indican que en la Europa neolítica se desarrolló una sociedad matrística. No era una sociedad en la que las mujeres dominaran a los hombres, sino una cultura, en la que hombres y mujeres eran copartícipes, en igualdad de condiciones, derechos y obligaciones.
La mayor parte de los autores griegos describían unas primitivas culturas pacificas y comunalistas (que el Imperio griego invadió), regidas por lo que se denomina como: derecho materno.
Este testimonio histórico, coincide con el de antropólogos e historiadores, que califican aquel periodo como de organización social matrifocal, en el que las madres actuaban como eje vertebrador de cada grupo humano.

Eran sociedades en las que la Naturaleza, la mujer y todo lo generador de vida, era venerado, respetado y amado. Las sacerdotisas eran portadoras, guardianas y transmisoras de los conocimientos, a la vez que sanadoras, consejeras y enlazadoras de mundos, el mundo minoico no se concibe sin su presencia.
 Myriam Cobos

domingo, 6 de julio de 2014

ZENOBIA, REINA DE PALMIRA O LA REINA GUERRERA

Su nombre completo era: Septimia Bathzabbai Zainib, pero era conocida, y se la conocería, por el nombre de Zenobia.
Esta es, una de tantas mujeres importantes, valientes, inteligentes, sabias...que ha habido en la historia y que han conseguido cambiar los destinos de pueblos e imperios enteros etc, pero que han sido ninguneadas por la historia, por el solo hecho, de ser mujer.
Como mujer que soy, rompo una lanza siempre en favor de las mujeres olvidadas, y me sirvo de este, mi blog, para homenajearlas y que su memoria no caiga en el olvido.


LA CIUDAD DE PALMIRA nació en un oasis del desierto de Siria y pronto alcanzó un gran desarrollo gracias a su situación estratégica en la Ruta de la Seda. Se trataba de una encrucijada entre Oriente y Occidente, entre el Imperio Persa y el Imperio Romano, estaba situada en un lugar estratégico, por lo que era deseada por muchos reinos, entre ellos, el más poderoso, el Imperio Romano, que optó al principio por aliarse y convertirla en ciudad aliada, comercialmente hablando.



                           ZENOBIA
Fue la segunda mujer del príncipe Odenato de Palmira, y reina del Imperio de Palmira, entre los años 267 y 272. Zenobia era de  religión pagana.
Odenato era un príncipe cliente del Imperio romano, estaba a las órdenes del imperio. De su primer matrimonio tenía un hijo llamado Hairan.
Zenobia se casó con el príncipe o rey de Palmira, como su segunda esposa, alrededor del año 266, fruto de este matrimonio nació un hijo, Lucius Iulius Aurelio Septimio Vaballathus Atenodoro, más conocido como Vabalato.

Pero en el año 267, el príncipe Odenato, marido de Zenobia, fue asesinado, junto con su hijo y heredero, de su primer matrimonio. Entonces Zenobia, que era madre de un bebé de tan solo un año de edad, a sus 22 años, sucedió a su esposo y tomó las riendas del poder, en nombre de su pequeño hijo heredero. A Zenobia y a su hijo le fueron otorgados los títulos honoríficos de Augusta y Augusto.
 Zenobia fortificó y embelleció la ciudad de Palmira con una avenida custodiada por grandes columnas corintias de más de 15 metros de altura. Estatuas de héroes y de benefactores por toda la ciudad, pidiendo a todos los nobles de la ciudad que mandaran esculpir sus estatuas y con ellas levantaran una columna en la que exhibirlas.
Todos los notables de la ciudad, posaron ante los artistas para satisfacción de los ediles. En Palmira podían encontrarse cerca de doscientas estatuas en sus columnas y en las paredes del ágora.


La ciudad que contaba con una población que superaba los 150.000 habitantes, estaba llena de hermosos templos, monumentos, jardines y edificios públicos, entre ellos destacaba el Templo del Sol. Las murallas que rodeaban la ciudad, según se decía, tenían 21 kilómetros de circunferencia.



Aprovechando las disputas en el interior del Imperio Romano, por la corona del mismo, el reino de Palmira se sublevó e intentó crear su propio imperio, con la clara intención de dominar a los dos que le flanqueaban, el romano y el sasánida.
También tenían el incentivo de aprovechar el vacío de poder que el Imperio sasánida aún no había alcanzado a llenar.

Zenobia sublevó al reino de Palmira e intentó crear su propio imperio.
Roma, envuelta en un nuevo periodo de caos debido a las distintas sucesiones, dejaba a la reina de Palmira, que estaba bien asentada en su reino, intentar aspirar a crear un tercer imperio que dominara a ambos.
Zenobia fue conquistando nuevos territorios, aumentando el territorio del Imperio de Palmira en memoria de su esposo y como un legado a su hijo. Su objetivo declarado era proteger el Imperio Romano de Oriente del Imperio Sasánida, por la paz de Roma, sin embargo, sus esfuerzos aumentaron significativamente el poder de su trono.
En 269, Zenobia y su ejército conquistaron violentamente Egipto. Probus Tenagino y sus fuerzas, trataron de expulsarles de Egipto, pero el ejército de Zenobia capturó y decapitó a Probus. Zenobia se proclamó reina de Egipto y acuñó monedas con su nombre. En ese momento su reino se extendía desde el Nilo hasta el Éufrates.

Después de estas incursiones iniciales, Zenobia llegó a ser conocida como "LA REINA GUERRERA" al dirigir ella misma a su ejército, demostrando ser buena jinete, y ser capaz de caminar tres o cuatro millas con sus soldados a pie.
Zenobia hizo expediciones con su gran ejército y conquistó Anatolia, Ancira y Calcedonia, y más tarde Siria, Palestina y el Líbano.
Zenobia tomó rutas de comercio que eran vitales para los romanos, ampliando de esta manera su poder y vengándose así del Imperio romano, que había asesinado a su esposo y a su hijastro.

En vista de la pérdida de poder de Roma frente al imperio de Zenobia, el emperador Aureliano, decidió finalmente emprender una gran campaña militar contra Zenobia. Mandó un grueso de sus fuerzas hacia Egipto y parte de su ejército hacia el Este.

Zenobia contaba con un gran ejército, formado por sus arqueros y catafractos (caballería pesada en la que tanto el jinete como el caballo portaban armadura). Pero, a pesar de todo su esfuerzo, Aureliano terminó por conquistar Egipto y lanzó sus fuerzas hacia Siria.

Zenobia fue derrotada en Emesa, actual Homs (Siria), y se retiró a Palmira, donde fue sitiada por Aureliano.
Palmira había hecho acopio de víveres y confiaba en la fuerza de sus arqueros, esperando resistir durante meses, pero gracias a los jefes árabes del desierto, que Zenobia había desdeñado, Aureliano venció la resistencia de la ciudad, en poco tiempo.
Zenobia y su hijo se escaparon de allí en camello con la ayuda de los sasánidas, pero finalmente fueron capturados en el río Éufrates por los jinetes de Aureliano.

El corto reinado de Zenobia sobre Egipto y el Imperio de Palmira habían terminado.
Los habitantes de Palmira se negaron a rendirse, fueron capturados y ejecutados por orden de Aureliano, pero antes destruyeron la ciudad para que los romanos no encontrasen nada.

Zenobia había sido derrotada y enviada como rehén a Roma a la presencia del emperador Aureliano.
A partir de este momento, el destino de Zenobia, qué fue de ella, está confuso. Existen diferentes teorías al respecto, desde que una enfermedad acabó con su vida, hasta que fue una huelga de hambre o una decapitación, la causa de su muerte...

Pero la versión más optimista, y con la que yo, que soy una romántica y apasionada, prefiero quedarme, es la que nos cuenta, que el emperador Aureliano, quedó tan impresionado al conocer a Zenobia, que se enamoró perdidamente de ella, no solo de su belleza, sino de su inteligencia, fortaleza y sabiduría, que inmediatamente la liberó, otorgándole una villa en Tibur (actual Tívoli, Italia) donde se convirtió en una filósofa destacada de la alta sociedad, viviendo hasta el fin de sus días, como una matrona romana.
Myriam Cobos

viernes, 27 de junio de 2014

LA PLOMADA


¿Qué es LA PLOMADA? 
Es una pesa de metal que, colgada de una cuerda, sirve para señalar una línea vertical. Una plomada es una pesa de plomo normalmente, de forma cilíndrica o prismática, la parte inferior de forma cónica, que mediante la cuerda de la que pende marca una línea vertical; la vertical se define por este instrumento.

La plomada se utiliza, no sólo en la construcción, por encima del nivel del terreno, sino también en la construcción bajo rasante, y en el orden lógico de construcción, primero hay que profundizar y establecer los cimientos bajo tierra, y sólo después de esto se puede construir a la luz del día.


Toda construcción debe terner una base sólida.
Es la encargada de que las columnas estén a plomo, verticales, para poder sostener un nuevo piso a nivel, porque una columna fuera de su centro de gravedad, puede poner toda la estructura en peligro.


LA PLOMADA es algo parecido al nivel, pero en vez de ser un triangulo, es una regla, donde de su cara más ancha pende un hilo o péndulo, y marca en un punto, ya determinado, este instrumento se apoya en una estructura.

  
La plomada, junto al compás y la escuadra, es un instrumento simbólicamente asociado a la masonería. 

 
¿SIGNIFICADOS DE LA PLOMADA?
En términos generales es: "la rectitud que un masón debe conllevar en la vida masónica y profana".
El hilo de LA PLOMADA puede tomarse como un vector, que conecta al masón sobre la tierra, con el cielo, con el universo, con la matriz generadora de todas las cosas...
Es el hilo conductor, que nos conecta con el Cosmos, como el cordón Umbilical a nuestra madre.

EL NIVEL y LA PLOMADA miden y controlan las posiciones opuestas, pero complementarias, sobre la obra a construirse, en el plano cósmico, ya que nosotros construimos en la psiquis, para luego proyectarnos al mundo real, el de todos los días, el profano.


NIVEL y PLOMADA, son símbolos de la igualdad, la justicia, la rectitud... Cómo se armoniza lo que se dice y lo que se hace, no se puede decir una cosa  y hacer otra, es la coherencia, la verticalidad, la consciencia de luchar por lo que se cree justo...
Es seguir la senda vertical dentro de los distintos niveles del ser. Siguiendo esta senda de la verticalidad, tenemos la posibilidad de cambiar nuestro propio Nivel de Ser, cambiando también toda nuestra vida y así haciendo que cambie también todo lo que nos rodea.


Esta herramienta, se la representa suspendida de la clave de un arco y tocando el suelo, es decir representando el "Eje del Mundo",
Según ciertos antiguos rituales de la Masonería, la letra G está dibujada en el centro de la bóveda, en el punto preciso que corresponde a la Estrella polar; una plomada, suspendida de esta letra, cae directamente al centro de una esvástika trazada en el suelo, y que representa así el polo terrestre: es la plomada del Gran Arquitecto del Universo, que, suspendida del punto geométrico de la "Gran Unidad", desciende del polo celeste al polo terrestre, siendo así representada la figura del "Eje del Mundo".
Expresa el vínculo primordial entre lo de arriba y lo de abajo, y, por consiguiente, entre todo lo comprendido entre ambos. 


La vertical se contempla, como una entidad intermediaria, o mediadora, que relaciona todos los diferentes niveles que existen entre lo de arriba y lo de abajo.

La recta vertical que atraviesa los indefinidos planos horizontales es la representación geométrica simplificada de la relación existente entre todos los diferentes niveles o planos de existencia, y, también, entre los múltiples niveles o estados del ser; desde el nivel superior de lo ontológico, pasando por los niveles intermedios de lo cosmológico, hasta el nivel inferior de la concreción física.

Esta representación es la del Eje del Mundo, el Arbol de la Vida, verdadera columna que sostiene los mundos y en torno al cual gira el universo; pilar por el que se transmite la "Actividad del Cielo".
Podría considerarse también como una enlazadora de mundos.

El significado de la Plomada, se puede contemplar, en los dos sentidos de su dirección:
Contemplada de arriba a abajo (sentido descendente), expresa la transmisión de la influencia espiritual del Principio a toda la manifestación,  por la que la mantiene unida a Él dándole su razón de ser.
Contemplada de abajo arriba (sentido ascendente), señala la posibilidad que tiene, en todo momento y lugar, todo lo que existe de elevarse hasta unirse al Principio, gracias a la transmisión desde lo alto de la influencia del Principio, sin la cual no sería posible.
Asciende de la Tierra al Cielo, desciende de nuevo a la Tierra, y une los poderes de las cosas de arriba y de las de abajo.


En un ritual masónico del Rito Escocés Antiguo, se dice: "Que la Plomada simboliza la búsqueda de la Verdad para adquirir el conocimiento de sí mismo, tanto en lo profundo de los cimientos, como en lo alto del techo".


La plomada ya era utilizada por los egipcios y formó parte de las herramientas que ayudaron a construir las pirámides.

El tiempo, también puede ser representado geométricamente por medio de una línea horizontal o vertical:


En la representación horizontal del tiempo, se contempla el tiempo como unidimensional, como una sucesión de instantes (espacios entre los puntos de la recta horizontal) que se suceden ininterrumpidamente en un solo sentido continuándose indefinidamente; recorrer esta línea en sentido contrario es sólo facultad de la memoria, hasta donde ésta alcance. 


En la representación vertical del tiempo, los diferentes momentos de cada ciclo están relacionados con los diferentes momentos de los restantes ciclos, y esta aplicación es válida a todos los niveles, ya sean cósmico, histórico o humano.



Otro aspecto del simbolismo de la vertical es el que tiene que ver con la memoria. También aquí hay dos aspectos:

La memoria, horizontal, y la memoria vertical. En ambos casos, no se conoce el comienzo, ni el fin del tiempo. El tiempo como tal no tiene representación, lo que representamos son sus ciclos.

La plomada simboliza la rectitud, la justicia...con la que debemos movernos en nuestras vidas, siendo coherentes con nuestros actos, pensamientos y sentimientos; y justos y firmes en nuestras decisiones, siempre en un perfecto equilibrio.

Es una simbolización de la conexión entre arriba y abajo, un hilo que debemos ir ascendiendo, poco a poco, y a veces no sin dificultad, en el transcurso de nuestra vida.

"… El Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil… el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada en medio de mi pueblo Israel…" (Amós, 7, 7).



Myriam Cobos

jueves, 29 de mayo de 2014

EL TIEMPO Y SU "ETERNO RETORNO"




El TIEMPO...Ese constante perseguidor que siempre creemos que va hacia delante, que no se detiene y que nunca va a volver…resulta, que no es lineal, que irremediablemente y creándonos confusión, nos deja sorprendidos cuando volvemos a pasar por el mismo sitio, la misma situación, la misma circunstancia, una y otra vez, preguntándonos, sobre todo: ¿Por qué me vuelve a pasar esto?


En el "ETERNO RETORNO"  los acontecimientos siguen reglas de causalidad. Hay un principio del tiempo y un fin, que vuelve a generar a su vez un principio. Sin embargo, a diferencia de la visión cíclica del tiempo, no se trata de ciclos, ni de nuevas combinaciones en otras posibilidades, sino que los mismos acontecimientos se repiten en el mismo orden, tal cual ocurrieron, sin ninguna variación.


En diferentes culturas y en diferentes tiempos, esta teoría se ha tenido por válida, haciendo una reflexión nueva del tiempo y de nuestra propia vida, ya que, esta teoría daría respuesta a muchas de nuestras preguntas.


La obra "La gaya ciencia" de Friedrich NIETZSCHE, plantea que no sólo son los acontecimientos los que se repiten, sino también los pensamientos, sentimientos e ideas, vez tras vez, en una repetición infinita e incansable.


En el ANTIGUO EGIPTO no se percibía el tiempo como una magnitud ordenada que transcurriera hacia el futuro, sino como un fenómeno dotado de dos aspectos: la repetición cíclica y la duración eterna (el "neheh" y la "djet").
 

En las CULTURAS PRECOLOMBINAS hay una clara presencia de este concepto de tiempo circular, así el tiempo para LOS MAYAS Y LOS AZTECAS era un enorme círculo que avanzaba hacia atrás y hacia delante en forma simultánea. Estaban convencidos de que la vida es un proceso de ciclos evolutivos, que conducen a posibilidades de mayor perfección.
 

En la CULTURA HINDÚ se integra la idea de la reencarnación como necesidad de que el hombre se ponga a prueba y ejercite, a lo largo de innúmeras vidas, y de diversas circunstancias y experiencias, aquello que sueña, aquello que desea, hasta forjar en sí mismo una realidad más profunda y evolucionada, de modo que las experiencias que se suceden en esta vida o en varias, sirven a la comprensión de la conciencia imperecedera del hombre interior, aquel que somos más allá de los ropajes que vamos adquiriendo en cada vida particular. 



En CHINA hubo un conocimiento similar al maya, sin embargo, la mayoría de los documentos fueron quemados sólo teniendo vagos registros al siglo IX a. C. Existe el símbolo yin yang que es el movimiento constante, el equilibrio de los opuestos que van girando sin parar, pasando de una situación a otra, en un eterno movimiento.



La idea del "ETERNO RETORNO" es una constante del pensamiento GRIEGO: Plantean un universo circular, que gira sobre sí mismo con un movimiento también circular, que es el movimiento perfecto, porque es el más parecido al reposo, que es el estado "natural" y realmente perfecto de las cosas.

La idea pitagórica del ciclo universal de todas las cosas ilustra bien esta posición.

Aristóteles señala, que la mayoría de los filósofos suponen que el principio de todas las cosas se encuentra en una especie de sustancia material,  y que esta sustancia permanece siempre. Así, nada nace ni perece, porque siempre subsiste esa naturaleza (Metafísica).



Para los GRIEGOS, lo particular solo tiene sentido en el ámbito de la totalidad. De ahí el interés por la physis, por una realidad estable con leyes que ordenen lo múltiple, que haya existido siempre, de la cual salgan y a la cual retornen todas las cosas.

El "eterno retorno" hace que el movimiento básico sea el circular, que es el más parecido al reposo, lo que hace también que este movimiento transcurra en un tiempo cíclico, que es el más parecido a la inmutabilidad de la eternidad.

 

Dentro de los símbolos que representan este ciclo del tiempo, o este eterno retorno, entre otros muchos, se encuentran: El Uróboros, el infinito, la espiral, el yin yang…ya que la espiral del tiempo o tiempo de eterno retorno, se ha utilizado en todas las culturas, siendo recurrente en juegos, dibujos, arte, esoterismo, matemáticas etc. como ejemplo, bastaría con recordar el tablero del juego de la Oca. 

Uno de los símbolos más característicos, que representan este "eterno retorno" es el URÓBOROS. 




El URÓBOROS  es un símbolo que muestra a un animal serpentiforme que engulle su propia cola y que conforma, con su cuerpo, una forma circular. 
El uróboros simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.
En la práctica de la alquimia, expresa la unidad de todas las cosas, las materiales y las espirituales, que nunca desaparecen sino que cambian de forma en un ciclo eterno de destrucción y nueva creación, al igual que representa la infinitud.
En la iconografía alquímica el color verde se asocia con el principio, mientras que el rojo simboliza la consumación del objetivo del Magnum Opus (la Gran Obra).
 



Esta concepción del tiempo que vuelve a pasar por el mismo lugar cíclicamente, que se repite, aunque no queramos...es causa de confusión en muchas personas, entre las cuales me incluyo, pues cuando pareces haber aprendido una lección y superado una situación, pasa el tiempo...y sorprendentemente te ves ante la misma situación que la vida te plantea. Pero eso sí, seguro que mucho más sabio, pues ya has experimentado esa misma situación y puedes reaccionar: de igual manera o de manera distinta a como actuaste la anterior, y ¿Por qué? Porque ya conoces las consecuencias.
Aunque esto, no deja de hacer, que muchas veces, te sientas perdido dentro de ese tiempo circular o eterno retorno...pero por suerte, hay sabios que dicen: Que a veces, es necesario perderse...para encontrarse...

Myriam Cobos