CIMI o el Enlazador de Mundos, es un símbolo de origen Maya. Se le considera un sello
que hace de puente, enlazando el Cielo y Tierra, enlazando los dos mundos, cortando y uniendo al mismo tiempo.
Éste símbolo, CIMI, es la alianza entre dos mundos, todo debe estar en armonía y unión, lo que es arriba es abajo, es el orden perfecto que no
admite separación.
Es también un puente entre el mundo interior y el exterior, todo lo de dentro se refleja fuera, todo lo de fuera nos afecta dentro.
El símbolo intenta unir los opuestos, como si fuera un espejo.
Es un símbolo de orden y libertad. Es un trabajo interno para que todo lo que hagamos sea para
transformar nuestras sombras en luz, admitiendo que donde hay luz, hay sombras, donde hay sombras, hay luz...
Enlaza las experiencia del cielo con las experiencias terrestres, con todo lo vivido y acumulado en nuestras almas y todo lo que realizamos en esta vida terrestres.
El objetivo es enlazar el Cielo y la Tierra para evolucionar y avanzar.
El símbolo CIMI hace un llamamiento hacia la muerte y transformación de nosotros mismos, una muerte simbólica, una catarsis donde podremos descubrir lo magnífico de nuestra existencia presente y de nuestras existencias pasadas, así como de nuestras existencias futuras.
Por todo esto, CIMI abre las "puertas" para que "dejemos ir", recordándonos
que el perdón es el que abre la puerta más importante, la que conduce al amor
incondicional.
Nos invita a permanecer en un estado de AMOR permanente, que es la llave que abre todas las puertas.
CIMI es el reposo, la entrega, la enseñanza, el no darse nunca por vencido, el saber que cuando las habilidades limitadas de la mente no puedan recibir más, se abrirá la puerta del alma y la intuición para seguir recibiendo habilidades y conocimientos, te hace ir más allá de las cosas que tú crees que son.
El sello enlazador, es conocer que cualquier cosa que estés experimentando, no
importa lo que sea, está sirviendo perfectamente para tu evolución.
CIMI puede ayudar a derrumbar las estructuras del ego y a producir nuevas alineaciones internas y externas.
Es un proceso de muerte y transformación, que lleva a la profundidad, para luego resurgir hacia la superficie más fuerte, más sabio, más evolucionado...
La muerte es tomada como parte del ciclo de transformación.
Hay que "morir" para "resucitar" a la vida.
Myriam Cobos
Muy bueno el texto. Gracias!!
ResponderEliminarGenial <3
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