domingo, 12 de marzo de 2017

ARTÍCULO BENEFICIOS DEL TAICHÍ PARA NIÑOS


Solemos asociar siempre la práctica del Taichí a las personas mayores, incluso a los más mayores, pero nos olvidamos que la práctica de Taichí es una de las mejores disciplinas que puede realizar cualquier persona, de cualquier edad y, por supuesto, muy recomendable para niños y adolescentes.

Es muy importante conocer que el Taichí, como casi cualquier técnica de medicina china, es preventiva, por tanto, es tan importante y aconsejable comenzar su práctica cuanto antes, desde jóvenes y niños, pues ello hará que sean unos adultos saludables y libres de muchas enfermedades, tanto físicas como mentales.

Con la práctica del Taichí sus defensas aumentan y su cuerpo permanece saludable, su vida será más longeva y su calidad de vida en la madurez y en la vejez será muy buena.

Hay estudios científicos que aseguran que mejora ciertas enfermedades como la artritis infantil, asma, bronquitis y alergias.

Favorece la concentración, incluso un estudio de la Universidad de Florida asegura, que quienes practican Taichí habitualmente tienen mayor volumen cerebral y mejores resultados en test de memoria y razonamiento.

Este estudio también dedujo que las personas estudiadas tenían un cerebro un poco más grande, mayor habilidad cognitiva y mejor memoria, lo que hace que el niño que practica Taichí mejore en su rendimiento escolar.

La práctica del Taichí mejora la respiración, aumenta la capacidad pulmonar y bronquial, aumenta la caja torácica por lo que es muy recomendable para niños con problemas respiratorios.

Es una práctica beneficiosa para enfermedades como la fibromialgia, ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Sirve especialmente para aliviar dolores crónicos y  es beneficioso para el sistema inmunológico y el sistema nervioso central.

Con el Taichí se trabaja la elasticidad del cuerpo, trabajando músculos y  tendones, las articulaciones se mueven y el cuerpo comienza a estar en perfecta forma, aportándoles una ayuda en el crecimiento, evitando la escoliosis y otras enfermedades posturales.

Provoca también un cambio en los hábitos alimenticios, ayuda a mejorar la alimentación y que los niños y adolescentes, comiencen a comer sano de una forma natural y no obligada, pues su propio cuerpo les comienza a pedir alimentos sanos y comidas saludables, además de liberarles de la sensación de estrés y de la ansiedad, que a veces son las causas de comer en exceso.

La práctica habitual de Taichí también provoca un sentimiento de ayuda, cooperación y respeto hacia los demás, un conocimiento de sí mismo que revierte en una gran autoestima, que hará que el niño adquiera una personalidad propia, que hará que no sea fácilmente manipulado por los demás.

El Taichí es una filosofía de vida que hace que las nuevas generaciones, si practican habitualmente, puedan tener una vida más longeva y saludable, además de una visión del mundo mucho más armoniosa y unos valores más positivos, lo cual no solo mejorará su propia vida, sino también la de quienes les rodean, haciendo de este mundo, un lugar mejor.

Myriam Cobos

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