miércoles, 31 de julio de 2024

FRÍAS, PUEBLO MEDIEVAL

 FRÍAS, PUEBLO MEDIEVAL



El pueblo de Frías está situado al norte de Burgos, dentro de la zona llamada la Comarca de las Merindades. 



Posee unos paisajes espectaculares junto con un gran patrimonio histórico.



Cuenta con un castillo llamado Castillo de los Velasco, está semiderruido, pero se puede visitar y las vistas desde allí son increíbles.


Frías posee una iglesia, la iglesia de San Vicente, que cuenta con un patrimonio impresionante, además de estar ubicada en un lugar privilegiado por sus vistas.




Otro elemento arquitectónico importante de Frías es el puente medieval que cruza el río Ebro, sus aguas son mansas y caudalosas, un momento para el baño y refrescarse del fuerte calor del verano. Tiene una zona habilitada para el baño donde toda la familia puede disfrutar de su paraje y de sus aguas.


Tiene también una particularidad y es que posee toda una cara de casas colgantes, además de tener una importante calzada romana.

En mi opinión es una ruta indispensable, porque posee todo lo que un lugar puede ofrecer: paisaje, rutas, historia, cultura, arte y también buena comida. 

Un pueblo imprescindible en la ruta de los pueblos medievales de España. 

Myriam Cobos Castaño
Fotografías propiedad de Myriam Cobos

miércoles, 11 de octubre de 2023


LOZOYA (MADRID)


 Plaza del Rollo donde se reunían los vecinos para resolver cuestiones relacionadas con el pueblo, también era el lugar donde se ajusticiaba a los reos.



Plaza de la fuente de los cuatro caños, por donde mana incesante el agua limpia y cristalina.


Calles y callejas de Lozoya



Un pueblo que recomiendo visitar por su paisaje, su tranquilidad y su belleza.

Myriam Cobos
(Fotografías propiedad de Myriam Cobos)

jueves, 29 de agosto de 2019

MADRID EN AGOSTO

A los madrileños les gusta Madrid en agosto.
Sus calles desiertas, su silencio, ese silencio que solo se rompe por las noches, cuando el calor da una tregua.
Madrid se queda vacío.
Ahora no tanto, pero cuando era pequeña recuerdo que todos los comercios cerraban, las madres tenían que ir más lejos para hacer la compra y no podías comprar nada en el barrio que no fuese comida. 
Los vecinos salían con sus sillas al fresco, como en cualquier pueblo al uso, hasta las tantas, porque era agosto y nadie tenía que madrugar.
Ha pasado mucho tiempo, ya no cierran tantos comercios y las gentes ya no salen al fresco, prefieren refugiarse en casa con la tablet y el ventilador.
Pero Madrid, para los Madrileños, sigue teniendo un encanto especial en agosto, porque entre otras cosas, es el mes ideal para cualquier gestión burocrática, para ir al centro, para encontrar aparcamiento, para ir de compras y para pasear por el Retiro.
Madrid respira un poco mejor en agosto.

Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos




domingo, 11 de noviembre de 2018

COINCIDENCIAS ENTRE TAICHI Y BALLET CLÁSICO

(Del libro de Myriam Cobos CM EL TACHI DEL CORAZÓN)

Mi pasión desde pequeña siempre había sido el Ballet Clásico, había bailado en la infancia, pero por circunstancias lo tuve que dejar, aunque siempre sentí y siento gran pasión por la danza.

Cuando comencé a recibir clases de Taichí, mi corazón saltó de emoción ¡Era lo más parecido que podía encontrar al Ballet!

Tanto el Ballet Clásico como el Taichí tienen elementos comunes, en sus posiciones, pasos, técnica, saltos, e incluso en el movimiento, la respiración y hasta en el sentimiento.

Al igual que en el Taichí, la técnica del Ballet enfatiza la perpendicularidad del torso, ya que los bailarines deben siempre fluir desde el eje vertical.

El cuerpo está recto, la espalda firme y gira desde el centro del cuerpo. Es necesario que todas las partes del cuerpo estén correctamente alineadas y centradas, en equilibrio, para permitir el máximo de estabilidad y facilidad en el movimiento.

Al igual que el Taichí, el Ballet exige muchos años de preparación y técnica, nunca se llega a la perfección, porque como ya he comentado, creo que ésta no existe, sino que vamos mejorando cada día con la práctica y la constancia.

La técnica del Ballet tiene de base pasos, posiciones y formas de cargar el cuerpo, es por tanto muy similar al Taichí en cuanto a cambios de peso. 
Las dos técnicas requieren una gran concentración para dominar conscientemente todas las partes del  cuerpo, añadiendo además entrenamiento en flexibilidad y coordinación.

Las dos técnicas nos hace tomar consciencia de todas las partes de nuestro cuerpo no dejando nada al azar, todo movimiento, por mínimo que sea, es controlado para su mejor ejecución.

A diferencia de otras danzas, en el Ballet, al igual que en Taichí, cada paso está estructuradamente armado, en cualquier movimiento que se ejecute participan: las manos, brazos, tronco, cabeza, pies, rodillas, en una conjunción dinámica muscular y mental.

Al igual que el Taichí, tiene diferentes escuelas, diferentes sistemas de entrenamiento que han adoptado el nombre del país de origen o de sus maestros. 

Todos los bailarines de Ballet toman diariamente clases, al igual que los practicantes de Taichí practican diariamente, para mantener sus cuerpos fuertes y flexibles, la práctica continuada y la constancia son vitales.

Las clases de Ballet no se diferencian mucho en su estructura de las de Taichí: en primer lugar se inician ejercicios que tienen como objetivo calentar y estirar músculos y tendones, lo que se suele llamar un calentamiento.

En la segunda parte de la clase se realizan movimientos lentos y sostenidos, similares a los de Taichí, para desarrollar la fluidez en los movimientos.

Para finalizar, las clases terminan realizándose movimientos más rápidos, pasos con desplazamientos, giros, grandes saltos y baile en parejas, que se correspondería con el empuje de manos o la utilización de armas en Taichí.

El Ballet Clásico es una forma artística, que al igual que el Taichí, está conformada por ejercicios, pasos, posiciones y poses para los que existe una terminología concreta y una técnica.

Así los movimientos de Taichí tienen un nombre determinado y los pasos de Ballet también.
Los principios generales del Ballet clásico incluyen los conceptos de alineación, rotación, distribución del peso, postura, transferencia del peso, colocación, elongación, compensación, contrabalance y equilibrio.

En el bailarín de Ballet, como en el practicante de Taichí, la alineación de cabeza, torso, brazos y piernas constituye un principio dinámico que se mueve como un todo y es sensible a los movimientos de todas sus partes.

El cuerpo entero es como una estructura de bloques, si uno de ellos está desalineado se afecta el resto que esté por encima o por debajo, de tal manera si el movimiento de Taichí lo realizamos incorrectamente, todo el movimiento posterior se verá afectado.

Además, si el movimiento no lo hacemos correctamente una y otra vez, podemos producirnos una lesión, porque si el cuerpo está desalineado otras partes del cuerpo realizan compensaciones que pueden causar estas lesiones.

En ambas disciplinas el cuerpo debe estar relajado, para que sólo utilicemos aquellos músculos que realmente necesitemos para un determinado movimiento y no gastar más energía de la necesaria.

Se debe erguir la cabeza de manera relajada y enderezada, dejar siempre los codos y los hombros bajos y mover la cintura en rotación para realizar los movimientos. 

Los hombros  siempre deben estar relajados y bajos, aunque los brazos estén levantados, esa es una máxima en las dos disciplinas.
El movimiento parte de la cintura, que es el centro del cuerpo, disociando las dos partes, inferior y superior. 

Tanto en el Ballet como en el Taichí, los movimientos son suaves, relajados, con un altísimo grado de concentración, lo que hace al practicante sentir que se aísla de todo su entorno y procura una sensación de ligereza, como si flotase en el aire.

El practicante de Taichí como el bailarín de Ballet, se conoce muy bien a sí mismo, tanto física, mental y emocionalmente, por ello es capaz de transmitir a través del movimiento toda esa sensación de paz, serenidad, emoción y buenos sentimientos a cualquiera que lo observa.

Por último, añadir que cualquiera de estas dos disciplinas, tanto el Ballet Clásico como el Taichí, hacen sentir en quienes lo practican unas sensaciones únicas, de paz, tranquilidad y armonía, que todo el mundo debería experimentar alguna vez en su vida.

Myriam Cobos CM

EL TAICHI DEL CORAZÓN






miércoles, 27 de septiembre de 2017

CASA-MUSEO CERVANTES (ALCALÁ DE HENARES)


Ayer, un día espléndido de principios de otoño, decidí pasearme por la villa de Alcalá de Henares, y nada más llegar, aterricé frente a la casa museo de Cervantes, situada en la calle Mayor. 



Al abrir la puerta de entrada me encontré con un patio interior y un aparador en el lado derecho, donde se encontraba una conserje rubia uniformada.

Pregunté a la misma si la visita era gratis, pues últimamente mi economía no da para mucho.

Muy amablemente me dijo que sí y arrancó la entrada del taco de papel para permitirme el acceso.

Pero claro, todo tiene una condición, me dijo:

- Lo único, que si va a hacer fotos, por favor, sin flash.

- Por supuesto -contesté- las haré con el móvil, muchas gracias. 

Seguidamente me indicó por dónde tenía que iniciar el recorrido y cómo debía continuarlo.

Tal cual, lo hice.



El Museo Casa Natal de Cervantes es un edificio que reconstruye donde, según los estudios del historiador Luis Astrana Marín, nació el escritor Miguel de Cervantes y que, se ambienta evocando una casa tradicional castellano-toledana.

Me recordaba mucho a la casa visitada hace bastantes años en El Toboso, de la que cuentan era la casa de Dulcinea, aquella más rural y ésta más urbana.

Nada más entrar, se encuentra el patio central, con un pozo y rodeado de columnas y pilistras.

La luz de este patio interior es muy peculiar, ya que les ha dado por colgar del techo unos trapos de colores intensos, con perdón, que parecen bragas gigantes, pero que en mi opinión, nada tienen que ver con la ambientación cervantina, pero que no hay que negar que le aportan un punto colorista, que como bien sabemos, las casas de hace siglos, ya no conservan.



Entro en la primera sala, todas con la puerta que da al patio central, lo primero que observo es una luz ténue, casi casi fantasmal, que recrea muy bien el ambiente, un brasero, unos sillones, un cuadro…y una talla de un niño o angelito que vigila la sala…



Comienzo a hacer fotos, como loca, porque me apasiona hacerlas y pienso que después las puedo compartir con vosotros.


Paso a la segunda estancia, éste es un comedor y una cocina, muy bien ambientados.


También observo poca luz, sobre todo para las fotos, pero esto hace que me vaya trasladándo a otra época y parece que viera por allí caminar a los habitantes de aquella casa, en esa cocina y ese comedor, no muy grande, pero acogedor.



Me llaman mucho la atención los fruteros a modo de bodegón situados encima de la gran mesa, parecen un cuadro en 3D.


También es espectacular el brasero que se encuentra bajo la misma y la gran mesa en sí que es espectacular, de madera maciza y buena anchura.


Hay  pequeños bargueños, repartidos por toda la casa, que en cuanto a mobiliario antiguo, son mi pasión.


Un  tapiz del comedor llamó mucho mi atención, ya que tenía diferentes cruces y simbología, que pude reconocer, y que seguro que vosotros, posiblemente los más iniciados, podréis también hacerlo.


Entro en la última estancia que me quedaba por visitar de la planta baja, y quedo encantada.
Es un ambiente de piezas hermosas, que llaman estancia de las mujeres, y se respira en ella un clima musical y de risas, hay varias ruecas, instrumentos musicales, alfombras…da una sensación de habitación oriental…


La luz sigue siendo muy suave pero cálida, a este ambiente le favorece, porque crea un clima de mayor intimidad, imaginando a las mujeres tejiendo en la rueca, tocando música y contándose sus más íntimos secretos.

Subo por las escaleras hasta la planta de arriba y última, compruebo que también hay una planta por debajo, pero no se permite el acceso.



Arriba están los dormitorios.

El primero en el que entro veo que es muy oscuro, lúgubre, serio y frío, mucho frío, no sé si el aire acondicionado se ha excedido o es la energía del lugar (ya sabéis que yo soy muy sensible en estos temas), pero consigo hacer tres fotos y salgo deprisa de nuevo hacia el corredor, donde la temperatura sube bastantes grados y se está mucho mejor.



Visito la otra estancia, que se compone de tres piezas: un dormitorio principal, con una cuna de bebé, otra a modo de recibidor y otra que consta de dos camas o camillas.





Y escondida en el dormitorio principal, detrás de unas cortinas, quién me espera? Una sorpresa, mi querida María Magdalena.


Y por último, la última estancia, me reserva un momento mágico, no sé si tendrá mucho que ver con Cervantes, pero sí con su época y que es una verdadera delicia…una sala con preciosas marionetas, de caballeros y damas, de reyes y princesas, hermosamente ambientado y en la que disfruto como una niña.




También un ajedrez curioso...


 y un Don Quijote muy enfadado al que intento calmar...




Después de mil fotografías, comienzo a bajar la escalera para terminar la visita, doy las gracias a las dos mujeres encargadas que han sido muy amables conmigo y con todo visitante.

Casi me cuesta marchar, se está allí tan bien...me hubiese gustado quedarme un ratito más para leer, meditar o imaginar ser la protagonista de alguna escena del Quijote…

Como broche final, me fotografío con los dos personajes de El Quijote, que se sitúan justo a la entrada de la casa de Cervantes, en la misma calle Mayor, Don Quijote y Sancho.


En susurro, les escucho comentar: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.

¡Hasta pronto Cervantes! ¡Hasta pronto Alcalá de Henares!

Myriam Cobos

Fotografías propiedad de Myriam Cobos



sábado, 10 de junio de 2017

CATALINA DE COURTENAY


Pocos datos se conocen sobre esta extraordinaria mujer, incluso no existen retratos de ella, o al menos yo no he sido capaz de encontrarlos, sólo este grabado que recuerda a un abraxa (término que se grababa en ciertas piedras antiguas, y que las sectas gnósticas solían usar como talismán) ¿Casualidad?

Pese a haber sido una mujer muy importante e incluso de gran trascendencia histórica, se han encargado de ocultarla y han intentado borrarla de la historia, como a muchas otras mujeres que se adelantaron a su época, y que poseían grandes conocimientos, relevancia, sabiduría, valentía y honor...

Su vida, y sobre todo su muerte, están llenas de interrogantes, algunos de los cuales planteo en este artículo, y deseo fervientemente que el mismo, otorgue sentido homenaje y reconocimiento a esta gran mujer, olvidada en el tiempo, apartada por la historia... que se enfrentó al poder establecido...que luchó por el amor y la justicia...pero que sigue presente, aún hoy, en algunos nobles corazones...


CATALINA DE COURTENAY

Nació un 24 de Noviembre de 1274, en Constantinopla, lo que actualmente se conoce como Estambul.

Catalina de Courtenay, desde prácticamente su nacimiento e incluso desde antes, fue víctima de todas las intrigas y las luchas de sus antecesores, de hecho ya fue fruto de un matrimonio concertado en un tratado, el Tratado de Viterbo (27 de Mayo de 1267) para que las luchas que venían mermando el imperio fueran evitadas.
Quedó huérfana de madre cuando tan sólo era un bebé, al cumplir un año, y quedó sin padre a los nueve años, heredando, a tan tierna edad, la responsabilidad de todo un imperio que estaba en completa decadencia.


¿QUIÉNES FUERON SUS PADRES?:
 
FELIPE DE COURTENAY (1243-1283)
Fue el emperador de Constantinopla desde 1273 hasta su muerte en 1283 en Viterbo.

Era hijo de Balduino II de Constantinopla y de María de Brienne. Padeció, desde muy pequeño, la incapacidad de su padre por mantener el imperio, y sufrió mucho hasta llegar a heredar el título de emperador, fue incluso empeñado por su propio padre a unos mercaderes venecianos, para conseguir dinero. Más tarde consiguió recuperarlo y volvió a la vida de palacio.
Se casó con la madre de Catalina, de la que quedó viudo, y a la que sobrevivió ocho años, en los que no se volvió a casar, ni tuvo más herederos. 

BEATRIZ DE ANJOU (1252-1275)
Era la madre de Catalina, hija de Carlos I de Sicilia y Beatriz de Provenza (hermana mayor de Carlos II de Nápoles).
Es ofrecida en matrimonio a Felipe de Courtenay, por el tratado de Viterbo, anteriormente citado.
Beatriz, murió a finales de 1275 a los veintitrés años, cuando Catalina contaba con un año de edad.

  LOS ABUELOS PATERNOS:

BALDUINO II DE CONSTANTINOPLA (1217-1273) 

Balduíno no podía mantener su imperio y estaba totalmente arruinado, tanto, que empeñó a su propio hijo y vendió la Corona de Espinas (Perteneciente a Jesús) que obraba en su poder, para poder levantar su reino, pero ni con esto le fue posible.

MARÍA DE BRIENNE (1225-1275)
Era hermana de la reina de Jerusalem, Yolanda Isabella.


  LOS ABUELOS MATERNOS:

CARLOS I DE NÁPOLES Y SICILIA ( París 1226-Foggia, Italia 1285)  

Fue el primero de la dinastía Anjou-Sicilia, que después de guerras, luchas e intrigas, llegó a ser el fundador de un gran, pero efímero, imperio mediterráneo.
Carlos de Anjou, tras participar en Egipto en la séptima cruzada, regresó a Provenza, donde tuvo que someter a los nobles y a las principales ciudades de la región.
Con él Italia fue pasando de una dominación alemana a una dominación francesa, y es aquí donde entrará en juego nuestra protagonista.
Después de muchas batallas, Carlos I, se dispone a conquistar Constantinopla, y al final, se llega a un acuerdo, el Tratado de Viterbo, por el cual la hija de Carlos I de Sicilia (Beatriz de Sicilia) se casará con Felipe de Courtenay, emperador titular de Constantinopla, y de la unión de ambos, como ya he comentado, nacerá Catalina.


BEATRIZ DE PROVENZA (1231- Sep. 1267)
Aportó al matrimonio con Carlos I, La Provenza y Forcalquier.
Murió en Nápoles.



CATALINA: Catalina era hija única, y como futura heredera de todo un imperio, fue educada en muchas cuestiones y materias, que a otras mujeres de la época les estaban vedadas, como por ejemplo: Matemáticas, Astrología, Tácticas militares, Economía, Música, etc.

Catalina debía ser poseedora de cualidades como: la inteligencia, la prudencia, pero también del valor y el coraje, pues como comento, tuvo que ser educada para manejar todo un imperio con sabiduría, astucia y refinamiento.

A la muerte de su padre, cuando Catalina tenía tan solo nueve años,  ésta fue reconocida como emperatriz de los Estados Latinos y emperatriz de Constantinopla, pero por su corta edad, los asuntos de Estado y los económicos, no se sabe a ciencia cierta en quien recayeron, el único familiar vivo más cercano, era su abuelo Carlos I de Sicilia, Rey de Sicilia, heredero del reino del Mediterráneo y del Reino de Jerusalem, por lo que, podemos suponer, que se trasladó a vivir con éste y él se encargaría, hasta su muerte, de los asuntos de Catalina.

Ella era un tesoro muy valioso, y debían guardarla a buen recaudo, hasta encontrar la ocasión propicia para utilizarla, como ya había hecho con su propia hija, pero esta situación sólo duraría dos años más, cuando Catalina contaba con once años, su abuelo falleció.

Se desconoce, o al menos yo desconozco basándome en las fuentes, qué fue de Catalina de Courtenay desde esos once años, hasta los veintisiete que se casa con Carlos de Valois, pero mi intuición e investigaciones, me hacen suponer que los Caballeros Templarios (de los que siempre estuvo rodeada) se hicieron cargo de su educación, hasta que tuvo suficiente edad, para manejar ella misma sus propios asuntos.

Catalina se había criado entre Templarios desde su más tierna infancia (conocía de primera mano al mismísimo Jacques de Molay), entre cruzadas, luchas, intrigas; era respetada y valorada por su genealogía y por sus propios valores, ya que, fue educada en el honor, la verdad y el conocimiento...
La justicia, la dignidad y el valor debían ser muy importantes para ella...por eso, siempre, de su estrecha relación con los  Caballeros Templarios.

A los veintisiete años (muy tarde para una mujer de la época, pero como ya comentaba, Catalina era independiente, poseía título, territorios, cultura...no le debían faltar pretendientes, amantes, distracciones...y por lo tanto, no vería necesidad alguna de casarse), decide o deciden... que debe casarse con Carlos de Valois.

Los motivos de esta decisión podían ser múltiples y variados, pero, en mi opinión, totalmente personal, diría que el Papa la obligó a casarse, atendiendo la petición de Carlos de Valois, que insistió mucho en ello.
Catalina accedió, porque, desde ese punto tan alto de poder y fortuna, que le proporcionaría ese matrimonio, podría proteger y apoyar a sus queridos amigos Templarios, que ya por aquel entonces, eran objetivo principal, tanto del Rey, como del Papa.

CARLOS DE VALOIS (1270-1325)
Era el hermano pequeño del rey de Francia Felipe IV El hermoso.


Carlos había enviudado de MARGARITA DE ANJOU-SICILIA, con la cual, en nueve años de matrimonio, tuvo seis hijos.

El Conde Carlos de Valois poseía casi o más fortuna que el propio rey, su hermano, que estaba casi arruinado.

Carlos, era una persona con muchas ansias de poder y una ambición desmedida, pero tan solo era conde, temía y envidiaba a su hermano el rey, y quería poseer un título más elevado, para prosperar e intentar superarle, por este motivo, creo que buscó a Catalina, ella podría ofrecerle el título tan deseado, el de Emperador.

Convenció por fin al rey, que también vio en ella a la candidata perfecta para casarse con su hermano, no sólo aportaría bienes y títulos a la familia, sino que además, estaría controlada y sometida a sus intereses, atrapada en la corte más poderosa...y así fue...

Carlos de Valois y Catalina de Courtenay contrajeron matrimonio el  8 de Febrero de 1301, boda que intuyo no sería muy feliz, pero quizás conveniente para ambas partes, adquiriendo con este matrimonio Carlos de Valois el título de Emperador titular de Constantinopla.

Aunque este matrimonio era de total conveniencia y Catalina veía a Carlos de Valois como a un ser prepotente, ávido de poder y casi despiadado... este casamiento le permitió estar en la corte más culta y próspera de Europa, rodeada de los más sabios y cultos de la época, disfrutar de las máximas comodidades, poderse rodear de lujos, trovadores, música, arte...

Pudo tener acceso a las más altas esferas de poder, a conocimientos ocultos, intrigas de estado y sobre todo mucha fortuna, para relacionarse y ayudar a los máximos poseedores del conocimiento, a quienes ella quería, puede que amara y admiraba...con quienes se sentía afín...sus amados Caballeros Templarios....

Tanto Catalina, como los Templarios, se buscaban, y tenían una conexión, que quizás nunca se llegue a saber, o... ¿Quizás sí...?

Del matrimonio entre Catalina de Courtenay y Carlos de Valois nacieron cuatro hijos (Carlos de Valois tuvo el mal gusto de llamar a estos hijos igual que a los que nacieron de su anterior esposa, por lo que, además de ser desconsiderado, crea una confusión histórica al buscar información, hay que fijarse en las fechas, porque los nombres coinciden):

JUAN DE VALOIS: Conde de Chartres (1302–1308)
Muere a los 6 años, al año siguiente de su madre.

CATALINA DE VALOIS(1303-1346): Emperatriz Titular de Constantinopla y Princesa Consorte de Acaya por su matrimonio con Felipe I de Tarento.

JUANA DE VALOIS (1304-1363): Condesa de Beaumont-le-Roger por su matrimonio con Roberto III de Artois.

ISABEL DE VALOIS (1305-1349): Fue Abadesa de Fontevrault.
FONTEVRAULT, era un monasterio, en el que curiosamente vivían monjes y monjas.
La orden llegó a ser un éxito internacional y hubo muchas abadías al estilo de Fontevrault en Inglaterra. Robert de Arbrissel impuso que la dirección de la orden debería corresponder siempre una mujer (por eso sería que Isabel de Valois la hija de Catalina y Carlos fue abadesa  de la misma). 
Este fue el comienzo de una posición que atrajo a unas cuantas abadesas ricas y nobles a lo largo de los años, incluyendo miembros de la familia real francesa. La orden fue finalmente disuelta durante la Revolución Francesa. 

                          
Catalina de Courtenay, "muere" sospechosamente (pues la hipótesis de que fuera asesinada es más que probable), el viernes 13 de Octubre de 1307, a los 33 años de edad.
Al sepelio, como no podía ser de otra manera, acudieron los Caballeros Templarios, al frente Jacques de Molay, Gran Maestre de la Orden, que era uno de los portadores del féretro.

Este detalle puede dar una idea del grado de proximidad  que les unía a los dos.
Apenados por la pérdida, y por la convicción de que su escudo frente al rey y al Papa, iba en ese ataúd, y de que su gran protectora y amiga había sido eliminada para poder exterminarlos, caminan en silencio, con las lágrimas contenidas, sabiendo que ese será el final...

Después de este significativo entierro, a la salida del mismo, por orden del Papa Clemente V y el rey de Francia Felipe IV, los Templarios son arrestados, torturados, juzgados, ajusticiados...es el principio del fin.

Después de una cruel persecución, de detenciones, juicios injustos, falsas acusaciones, torturas....
El 18 de Marzo de 1314, es quemado en la hoguera, junto con otros Caballeros Templarios, Jacques Bernard de Molay, vigésimo tercer Gran Maestre de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón, acusado de heregía y sacrilegio contra la Santa Cruz, ocultando así las verdaderas razones del rey, que eran: conseguir la fortuna y el poder que habían acumulado los Templarios, ya que él estaba en la ruina, y apartarles de su camino de poder. 


¿QUÉ RELACIÓN EXACTA UNÍA A CATALINA DE COURTENAY CON JACQUES DE MOLAY Y LOS CABALLEROS TEMPLARIOS?
Quizás nunca lo sepamos...puede que imaginemos mil y una posibilidades, pero lo único cierto, es que hubo una unión muy fuerte entre ellos, una relación que quizás perdure en el tiempo, algo que está más allá de los escritos y las investigaciones... LOS SENTIMIENTOS, porque éstos perduran y son capaces de traspasar la historia, de recorrer 700 años como en un suspiro y de permanecer intactos en lo más profundo de las almas...

Myriam Cobos