lunes, 10 de abril de 2017

LOS LIBROS


En este mes de abril, celebramos una de las fechas más importantes para los escritores, libreros, editores, lectores y todo el mundo que se dedica y ama la Literatura: celebramos El Día Internacional del Libro.

Esta es una celebración  a nivel mundial, con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.

El día elegido para esta celebración fue el 23 de abril, porque  supuestamente coincide, con el fallecimiento de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, en el año 1616.



En España El rey Alfonso XIII firmó un Real Decreto en 1926 por el que se creaba oficialmente la Fiesta del Libro Español.

La idea original fue del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, donde se aprueba en marzo de 1925, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro.

La celebración arraigó rápidamente en toda España, sobre todo en Barcelona y desde allí se extendió por toda Cataluña, ya que esta fecha coincidía con el día de su Patrón, San Jordi.

Cada vez se fue haciendo más tradicional en Cataluña, el intercambiar rosas y libros entre las parejas y personas queridas, convirtiéndose en una de las jornadas populares y más celebradas. Desde allí se fue trasladando al resto de la península y es ya una celebración habitual en todas las ciudades.

Esta tradición fue uno de los argumentos utilizados por la UNESCO para declarar el 23 de abril «Día Internacional del Libro», aprobada en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que a partir de dicha fecha, el 23 de abril es el «Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor».

¿Qué es un libro?: es una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, unidas por un lado y protegidas con tapas, también llamadas cubiertas.
Su nombre proviene del latín "liber, libri".

Según la definición de la Unesco: un libro debe tener 49 o más páginas, si tiene menos de 48 se consideraría un folleto y desde una a 4 páginas, serían hojas sueltas.

El libro también es definido como: una unidad de hojas impresas que se encuentran encuadernadas, en determinado material, que forman un volumen ordenado.

Hoy en día, esta definición, no queda circunscrita al mundo impreso, dada la aparición de los nuevos formatos como El libro digital o libro electrónico (e-book), y también el libro en formato audio, que se denomina: audiolibro.

Personalmente he amado los libros desde siempre, cuando era muy pequeña, aún, ni siquiera sabía escribir, recortaba trocitos de papel que unía con grapas y se lo enseñaba a mis padres diciéndoles que de mayor yo quería hacer libros, y afortunadamente, no los hago físicamente, pero los escribo.




Desde los orígenes, la humanidad ha querido transmitir su cultura, sus creencias y conocimientos, tanto en el espacio como en el tiempo.

Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras pinturas rupestres en el Paleolítico, en forma de representaciones de escenas cotidianas y de caza, con un gran simbolismo.


Antes de la aparición de la escritura, la palabra hablada era la manera más antigua de contar historias y la única manera de transmitir los conocimientos. 

Las narraciones pasaban de generación en generación como herencia cultural de los grupos humanos.


Esta transmisión oral tenía un inconveniente, que como el juego que todos conoceremos del teléfono escacharrado, hacía que se deformaran los mensajes por el paso de unos narradores a otros o por la deformación del mensaje en función de los intereses de quien lo narraba.


LA ESCRITURA:
Cuando los sistemas de escritura se inventaron, comenzaron a escribirse en diversos soportes como:tablillas de arcilla, ostracon, placas de hueso, marfil, tablas de madera, papiros, tablillas enceradas, planchas de plomo, pieles curtidas, etc, etc, etc.

Los más antiguos vestigios de escritura se encuentran en el Antiguo Egipto, con sus jeroglíficos, alrededor del IV milenio a. C. y en Mesopotamia, mediante signos cuneiformes. También otros pueblos de la antiguedad, como los hititas y los aztecas tuvieron tipos propios de escritura.

Se cree que la escritura china es una de las más antiguas que se conocen, con aproximadamente 50.000 inscripciones sobre conchas de tortuga.

En China se utilizó la seda como soporte para escribir era ligera y resistente, pero mucho más cara que el bambú, por esto, en ocasiones, se hacía una copia en bambú antes de grabarse en seda los textos importantes.

La invención del papel, según la tradición china, se atribuye a un eunuco de la corte imperial,  que usando nuevos ingredientes, creó un método de fabricación de papel similar al que se usa hoy en día. 
El primer libro impreso chino que se ha encontrado es el “Sutra del diamante”.

En Egipto se utilizó el papiro, se fabricaba y se exportaba esta técnica a todo el mundo Mediterráneo.

La fabricación del papiro era complicada y las láminas se plegaban para hacer un rollo.

A partir del siglo I d. C.  surgió en la ciudad de Pérgamo, El pergamino, que comenzó a competir con el papiro y fue poco a poco, tomando relevancia.

En Grecia, la escritura alfabética hizo más accesible la lectura y la escritura.  El primer alfabeto, fue creado por los Fenicios y después desarrollado por los griegos, a quienes, a veces, equivocadamente se les atribuye su creación.

En Roma, los escritos ya podían encontrarse en todas partes. Era muy curioso ver pintadas en las fachadas, tanto para anunciar los negocios, como también pintadas de carácter político y de propaganda electoral, también pintadas como las que podemos ver hoy en día en las fachadas que aluden a los que viven en la casa y que no siempre son muy amables. Eran muy utilizadas y se encuentran magníficamente conservadas, en ciudades como Pompeya.


Durante los primeros siglos de la Era Cristiana, apareció el “códice”, una gran revolución en la historia del libro.

La cultura se trasladó a los monasterios, donde los monjes escribían y transcribían  manuscritos en el Escriptorium, lo que les hizo ser los guardianes y transmisores de la cultura durante siglos.



Posteriormente, la escritura fue saliendo de ámbito de los monasterios e incorporándose a la vida civil de la sociedad.

Finalmente, con la invención de la imprenta en 1440, se inicia la época de expansión bibliográfica, facilitando el acceso a la información por otro tipo de fuentes, como libros, periódicos, revistas, etc y llegando a una gran cantidad de lectores.



En nuestros días es enorme la cantidad de libros que se imprimen y publican cada día, tendencia que va creciendo cada vez más, aunque también es muy habitual encontrar los libros en soportes virtuales o comprar libros por Intenet en plataformas digitales. 

La industria editorial crece cada día y los escritores muchas veces se ven inmersos en un mundo que desconocen, ya que ellos viven en el mundo de la imaginación, pero poco a poco, también van moviéndose en el mundo empresarial, incluso autopublicándose en editoriales de autopublicación, sus propios libros, por sus propios medios o a través de técnicas como el crowdfunding (mecenazgo).


Internet y las Redes Sociales han intervenido en dar a conocer y difundir los trabajos de los escritores, los formatos como los blogs acercan a un gran público a la poesía y la narrativa de diferentes autores.


Particularmente en mi caso, los blogs y las redes sociales me han servido para difundir y compartir mis versos, mis artículos, relatos...hasta recetas de cocina...en parte han sido partícipes, junto con las personas que me han apoyado y ayudado a las que estoy muy agradecida, de que haya visto cumplido mi sueño de ser ESCRITORA.




El escritor, en el fondo, lo que ha deseado siempre desde la Antigüedad, es alcanzar la inmortalidad. 
En este mundo en el que no somos nada y nuestro recuerdo pasará más rápido que una estrella fugaz, escribir y dejar memoria de nuestro paso por esta vida, nos convertirá en eternos.

Por todo esto y mucho más, que nunca se pierda la hermosa costumbre de soñar, y sobre todo, de escribir nuestros sueños.


Myriam Cobos

Fotografías propiedad de Myriam Cobos

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