viernes, 27 de junio de 2014

LA PLOMADA


¿Qué es LA PLOMADA? 
Es una pesa de metal que, colgada de una cuerda, sirve para señalar una línea vertical. Una plomada es una pesa de plomo normalmente, de forma cilíndrica o prismática, la parte inferior de forma cónica, que mediante la cuerda de la que pende marca una línea vertical; la vertical se define por este instrumento.

La plomada se utiliza, no sólo en la construcción, por encima del nivel del terreno, sino también en la construcción bajo rasante, y en el orden lógico de construcción, primero hay que profundizar y establecer los cimientos bajo tierra, y sólo después de esto se puede construir a la luz del día.


Toda construcción debe terner una base sólida.
Es la encargada de que las columnas estén a plomo, verticales, para poder sostener un nuevo piso a nivel, porque una columna fuera de su centro de gravedad, puede poner toda la estructura en peligro.


LA PLOMADA es algo parecido al nivel, pero en vez de ser un triangulo, es una regla, donde de su cara más ancha pende un hilo o péndulo, y marca en un punto, ya determinado, este instrumento se apoya en una estructura.

  
La plomada, junto al compás y la escuadra, es un instrumento simbólicamente asociado a la masonería. 

 
¿SIGNIFICADOS DE LA PLOMADA?
En términos generales es: "la rectitud que un masón debe conllevar en la vida masónica y profana".
El hilo de LA PLOMADA puede tomarse como un vector, que conecta al masón sobre la tierra, con el cielo, con el universo, con la matriz generadora de todas las cosas...
Es el hilo conductor, que nos conecta con el Cosmos, como el cordón Umbilical a nuestra madre.

EL NIVEL y LA PLOMADA miden y controlan las posiciones opuestas, pero complementarias, sobre la obra a construirse, en el plano cósmico, ya que nosotros construimos en la psiquis, para luego proyectarnos al mundo real, el de todos los días, el profano.


NIVEL y PLOMADA, son símbolos de la igualdad, la justicia, la rectitud... Cómo se armoniza lo que se dice y lo que se hace, no se puede decir una cosa  y hacer otra, es la coherencia, la verticalidad, la consciencia de luchar por lo que se cree justo...
Es seguir la senda vertical dentro de los distintos niveles del ser. Siguiendo esta senda de la verticalidad, tenemos la posibilidad de cambiar nuestro propio Nivel de Ser, cambiando también toda nuestra vida y así haciendo que cambie también todo lo que nos rodea.


Esta herramienta, se la representa suspendida de la clave de un arco y tocando el suelo, es decir representando el "Eje del Mundo",
Según ciertos antiguos rituales de la Masonería, la letra G está dibujada en el centro de la bóveda, en el punto preciso que corresponde a la Estrella polar; una plomada, suspendida de esta letra, cae directamente al centro de una esvástika trazada en el suelo, y que representa así el polo terrestre: es la plomada del Gran Arquitecto del Universo, que, suspendida del punto geométrico de la "Gran Unidad", desciende del polo celeste al polo terrestre, siendo así representada la figura del "Eje del Mundo".
Expresa el vínculo primordial entre lo de arriba y lo de abajo, y, por consiguiente, entre todo lo comprendido entre ambos. 


La vertical se contempla, como una entidad intermediaria, o mediadora, que relaciona todos los diferentes niveles que existen entre lo de arriba y lo de abajo.

La recta vertical que atraviesa los indefinidos planos horizontales es la representación geométrica simplificada de la relación existente entre todos los diferentes niveles o planos de existencia, y, también, entre los múltiples niveles o estados del ser; desde el nivel superior de lo ontológico, pasando por los niveles intermedios de lo cosmológico, hasta el nivel inferior de la concreción física.

Esta representación es la del Eje del Mundo, el Arbol de la Vida, verdadera columna que sostiene los mundos y en torno al cual gira el universo; pilar por el que se transmite la "Actividad del Cielo".
Podría considerarse también como una enlazadora de mundos.

El significado de la Plomada, se puede contemplar, en los dos sentidos de su dirección:
Contemplada de arriba a abajo (sentido descendente), expresa la transmisión de la influencia espiritual del Principio a toda la manifestación,  por la que la mantiene unida a Él dándole su razón de ser.
Contemplada de abajo arriba (sentido ascendente), señala la posibilidad que tiene, en todo momento y lugar, todo lo que existe de elevarse hasta unirse al Principio, gracias a la transmisión desde lo alto de la influencia del Principio, sin la cual no sería posible.
Asciende de la Tierra al Cielo, desciende de nuevo a la Tierra, y une los poderes de las cosas de arriba y de las de abajo.


En un ritual masónico del Rito Escocés Antiguo, se dice: "Que la Plomada simboliza la búsqueda de la Verdad para adquirir el conocimiento de sí mismo, tanto en lo profundo de los cimientos, como en lo alto del techo".


La plomada ya era utilizada por los egipcios y formó parte de las herramientas que ayudaron a construir las pirámides.

El tiempo, también puede ser representado geométricamente por medio de una línea horizontal o vertical:


En la representación horizontal del tiempo, se contempla el tiempo como unidimensional, como una sucesión de instantes (espacios entre los puntos de la recta horizontal) que se suceden ininterrumpidamente en un solo sentido continuándose indefinidamente; recorrer esta línea en sentido contrario es sólo facultad de la memoria, hasta donde ésta alcance. 


En la representación vertical del tiempo, los diferentes momentos de cada ciclo están relacionados con los diferentes momentos de los restantes ciclos, y esta aplicación es válida a todos los niveles, ya sean cósmico, histórico o humano.



Otro aspecto del simbolismo de la vertical es el que tiene que ver con la memoria. También aquí hay dos aspectos:

La memoria, horizontal, y la memoria vertical. En ambos casos, no se conoce el comienzo, ni el fin del tiempo. El tiempo como tal no tiene representación, lo que representamos son sus ciclos.

La plomada simboliza la rectitud, la justicia...con la que debemos movernos en nuestras vidas, siendo coherentes con nuestros actos, pensamientos y sentimientos; y justos y firmes en nuestras decisiones, siempre en un perfecto equilibrio.

Es una simbolización de la conexión entre arriba y abajo, un hilo que debemos ir ascendiendo, poco a poco, y a veces no sin dificultad, en el transcurso de nuestra vida.

"… El Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil… el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada en medio de mi pueblo Israel…" (Amós, 7, 7).



Myriam Cobos

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